¿Qué es la economía del dónut o de rosquilla?
La economía del dónut es una propuesta de la economista británica Kate Raworth que establece un marco para medir el progreso más allá del crecimiento económico. Parte de la idea de que la actividad humana debe garantizar el acceso a recursos básicos —agua, alimentación, salud, educación— sin superar los límites que el planeta puede soportar. Frente al modelo tradicional, que prioriza el aumento continuo del PIB, Raworth plantea un diseño en forma de rosquilla (doughnut) donde se identifican dos fronteras: una social y otra ambiental.
La economía del dónut, entendiendo sus dos límites
La representación gráfica del dónut se compone de dos anillos:
- Suelo social: Define los umbrales mínimos para cubrir necesidades fundamentales. Es decir, nutrición, vivienda, saneamiento, ingresos suficientes, participación en la vida política y cultural.
- Techo ecológico: Marca los límites ambientales que no deben sobrepasarse para evitar daños irreversibles en el sistema Tierra. Por ejemplo, el cambio climático, la acidificación de los océanos, la pérdida de biodiversidad, la contaminación química, el agotamiento del ozono…
El área intermedia —el “espacio seguro y justo”— es donde las personas satisfacen sus necesidades básicas sin comprometer la capacidad del planeta para sostener la vida.
¿Por qué necesitamos la economía del dónut? Críticas al modelo económico actual
El modelo económico predominante desde la segunda mitad del siglo XX se ha centrado en maximizar el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) como indicador principal del progreso. Esta orientación ha tenido efectos evidentes en la expansión de la producción y el aumento del consumo, pero también ha puesto en evidencia limitaciones significativas, tanto sociales como ambientales.
- Desigualdad: El aumento del PIB no garantiza una distribución justa de la riqueza. Grandes sectores de la población siguen sin acceso a servicios básicos, mientras una minoría acumula gran parte de los recursos.
- Fragilidad ambiental: La presión excesiva sobre los ecosistemas ha llevado a fenómenos como la deforestación masiva, el colapso de poblaciones de peces y el aumento sostenido de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La economía del dónut propone redefinir el objetivo: no se trata de maximizar el crecimiento, sino de encontrar un punto de equilibrio donde las personas vivan con dignidad y la biosfera se mantenga saludable.
Principios clave de la economía del dónut
La economía del dónut se basa en un conjunto de principios que orientan su aplicación práctica y conceptual.
- Regeneración: La actividad económica debe restaurar suelos, limpiar aguas y recuperar ecosistemas degradados. Por ejemplo, en lugar de extraer minerales de manera extractiva, fomentar la economía circular para recuperar materiales.
- Redistribución: Revisar estructuras fiscales, salarios y acceso a servicios para que los recursos lleguen a quien más los necesita. Impuestos progresivos y políticas de renta básica permiten acercarse al suelo social.
- Medición más allá del PIB: El seguimiento de indicadores sociales y ambientales (salud, educación, emisiones de CO₂, calidad del agua) aporta una visión más completa del bienestar, en lugar de concentrarse únicamente en la producción de bienes y servicios.
- Adaptación al contexto local: Cada territorio tiene su propia capacidad ecológica y necesidades sociales. La economía del dónut propone diagnósticos participativos y políticas que respondan a esos perfiles, evitando recetas universales.
Ejemplos y aplicaciones de la economía del dónut en el mundo
Los gobiernos locales y empresas privadas están poniendo en práctica sus principios para alinear el bienestar humano con la salud del planeta. A continuación, algunos casos destacados:
- Ámsterdam (Países Bajos): En 2020, la ciudad adoptó el marco del dónut como base de su plan de desarrollo urbano. Entre las medidas impulsadas están la creación de cooperativas de energía renovable a pequeña escala y huertos comunitarios que reciclan residuos orgánicos.
- Copenhague (Dinamarca): También en 2020, se aprobó por amplia mayoría una propuesta para explorar cómo aplicar el modelo del dónut en el desarrollo urbano y social de la ciudad.
- Houdini Sportswear: La marca sueca de moda deportiva Houdini adopta el enfoque regenerativo y circular que promueve la economía del dónut. Utilizan exclusivamente fibras orgánicas (como tencel y lana) y materiales reciclados, ofrecen reparaciones y aceptan prendas usadas para reciclarlas o reutilizarlas.
Desafíos y oportunidades para implementar la economía del dónut
Implementar el modelo del dónut implica repensar estructuras existentes, lo que conlleva limitaciones técnicas, políticas y culturales.
- Inercia institucional: Gobiernos y organismos multilaterales aún miden el éxito con métricas de crecimiento.
- Presión corporativa: Sectores con grandes inversiones en producción masiva se resisten a cambios que afecten sus márgenes.
- Complejidad técnica: Requiere datos detallados de biodiversidad y necesidades sociales, algo que muchos países no recopilan de forma sistemática.
Al mismo tiempo, este enfoque abre nuevas vías para innovar en políticas públicas, modelos empresariales y dinámicas sociales más sostenibles.
- Innovación verde: Impulso de tecnologías limpias y prácticas regenerativas en agricultura, energía y construcción.
- Participación ciudadana: Diagnósticos colaborativos elevan la comprensión pública de los límites planetarios y las carencias sociales.
- Nuevas métricas de valor: Herramientas digitales y sistemas de información integrados facilitan el seguimiento de indicadores sociales y ambientales, alineando políticas y decisiones empresariales con la lógica del dónut.
La economía del dónut ofrece un enfoque práctico para avanzar hacia un sistema en el que el progreso signifique mejor calidad de vida sin sacrificar la salud del planeta. Su aplicación implica rediseñar políticas públicas, transformar cadenas de valor y adoptar nuevas formas de medir lo que realmente importa.
Fuente:
empresaactual.com